La Esclerosis Lateral Amiotrófica pertenece al grupo enfermedades neurodegenerativas.
Es también conocida bajo el nombre de Enfermedad de Stephen Hawking, pues este excepcional físico, padeció por casi medio siglo de ella.
Siendo el más claro ejemplo de resilencia, pues es una muestra de cómo un obstáculo no pudo frenar nunca sus sueños y aspiraciones.
Es por ello que en las siguientes líneas, desglosaremos todos los aspectos informativos de la ELA.
Pues conocer más a fondo los detalles permitirá una mejor comprensión de esta condición.
Esta enfermedad tiene tres nombres: Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) Enfermedad de Lou Gehrig o de Stephen Hawking.
La ELA afecta a las neuronas motoras, que están en el cerebro y en la médula espinal.
Estas neuronas, son las encargadas de la ejecución de los movimientos, principalmente voluntarios.
De este modo, la presencia de ELA provoca la degeneración y posteriormente la muerte de las motoneuronas, de modo, que no hay ejecución de movimientos, provocando una parálisis muscular.No existe un agente específico conocido, pero se cree que puede ser debido a algún tipo de defecto congénito. Y también se cree que, en algunos casos, la Esclerosis Lateral Amiotrófica puede ser hereditaria.
Esta última posible causa se basa en que, en un gran número de casos, las personas tienen antecedentes en su árbol genealógico, relacionados con la ELA.
Además, en los últimos estudios, se ha determinado que también puede ser causada por un deterioro en el lóbulo frontal del cerebro.
La clasificación de este tipo de esclerosis va a depender específicamente del causante determinado.
Es por ello, que para el mundo de las ciencias médicas, se conocen diferentes modelos de ELA, que son:
Como se evidenció en las líneas anteriores, la ELA principalmente provoca parálisis muscular.
Sin embargo, antes de llegar a ese punto, van apareciendo una serie de síntomas que permiten diagnosticar la enfermedad.
Estos pueden variar en el tipo de persona, pero por lo general las afecciones son comunes.
Los primeros síntomas de la ELA, aparecen por lo general en las extremidades y el habla.
Pues son los principales lugares de movimiento del organismo, así que los fallos comenzarán con problemas para ejecutar las diferentes tareas sencillas y cotidianas.
Otros síntomas son:
Cabe destacar, que esta es una afección principalmente motora, la sensibilidad y la cognición no se ve afectada gravemente.
La ELA, al igual que muchas de las enfermedades neuronales degenerativas, no tiene un diagnóstico directo.
Por ende, para detectar su presencia se requieren de muchos estudios para descartar otras enfermedades y así llegar a determinar finalmente si es ELA o no.
Las pruebas que se realizan para su diagnóstico son:Electomiografías: Este tipo de examen se utiliza para determinar detalles acerca de los impulsos nerviosos que se envían a los músculos.
El tratamiento de la ELA, es muy delicado, por lo que debe ser revisado por numerosos especialistas, para que se toquen todos los puntos que pudiesen estar afectados.
Además, difiere del tipo de ELA, de la persona, de la edad, entre otros, por eso, se dice que es un tratamiento personalizado.
Para esta enfermedad, se debe trabajar con fármacos, fisioterapia y psicología.
Son pocos los fármacos disponibles en el mercado para el tratamiento de ésta enfermedad.
Principalmente se utilizan los siguientes:
Es importante ir a un Fisioterapeuta, en el caso de ELA, pues le permite combatir la debilidad muscular.
Además, de cierto modo, ayuda a disminuir la progresión, pues promueve que los músculos se mantengan activos por más tiempo.
Estos ejercicios son de intensidad leve y deben ser realizados con sumo cuidado, pero los resultados se podrán apreciar en poco tiempo.
La parte emocional y el sentirse bien internamente es importante en cualquier enfermedad.
Por eso es necesario recurrir a una ayuda con un especialista, aunque familiares, amigos o pareja, pueden contribuir de forma espectacular en el tratamiento.
Una persona con ELA, puede sentir que su mundo se viene abajo, sin embargo, no es así.
La ELA, no es un motivo de frenar tu vida cotidiana, sino una razón para vivirla a plenitud todos los días.
El impulso de la estabilidad emocional y la fuerza interna, son reconocidos como los mejores tratamientos para cualquier enfermedad.
Siempre hemos escuchado que el pronóstico para esta enfermedad, es de pocos años.
Pero vimos como el gran Hawking, promovió la esperanza de vida en la Esclerosis Lateral Amiotrófica.
Así que no es cierto en un 100% ese pronóstico, por eso, no te dejes llevar por desesperanzadoras afirmaciones.
Haber tenido un buen tratamiento, no dejar de amar a quienes le rodeaban y de hacer con ahínco lo que le apasionaba, sin restricciones.
Vivió como si la vida nunca se fuera a acabar, pues no se limitó en ningún momento a realizar sus sueños.