La Atrofia Muscular Espinal (AME) es conocida también bajo el nombre de enfermedad de la neurona motora inferior.
Esta es una de las enfermedades neurodegenerativas hereditarias que afecta a no pocas personas en el mundo.
Es una patología muy amplia, pues tiene numerosos tipos y un tratamiento mancomunado.
Es por ello, que esta lectura es recomendada para aquellos padres o familiares que quizás estén viviendo este caso con algún miembro.
La AME, como mencionamos en las líneas anteriores, es una enfermedad que se relaciona con una variación de tipo genética.
Afecta a recién nacidos y niños de corta edad, aunque en algunos casos excepcionales, puede aparecer en adultos.
La palabra Atrofia en el vocabulario médico hace referencia a un tejido (En este caso muscular), que pierde su tamaño por la incapacidad de ser utilizado.
Espinal, significa que la actividad de ésta enfermedad se encuentra en la Médula Espinal (Estructura Nerviosa Inmersa en la Columna Vertebral).
Así que, en líneas generales, es una condición dónde hay incapacidad de movimiento, a causa de un daño en las neuronas motoras (Que se encargan de enviar señales para ejecutar el movimiento), en la médula espinal.
El fallo genético ocurre en el cromosoma número 5 (par), de nuestros 23 pares de cromosomas que heredamos de nuestro papá y mamá.
Resulta que esa mutación se refleja en las neuronas motoras de la médula espinal (Principalmente la motoneurona alfa) haciendo que se degeneren.
Por ende, no pueden enviar los impulsos a los músculos efectores y como éstos no tienen vida propia, no se mueven sin esa señal.
Al no ser utilizados, comienzan a disminuir su tamaño (Atrofia), dificultando desde el inicio, la realización de tareas básicas como caminar, comer y hablar, entre otros.
Existen cinco tipos de AME, cada una con características distintas, pero se diferencian principalmente por la edad.
Los tipos se relacionan por el hecho de que son causados por un fallo en el Gen SMN1 del cromosoma número 5.
Su progreso es muy lento, por ende, la persona no la detecta, sino cuando los síntomas están muy incrementados, mucho tiempo después de haber comenzado.
Los síntomas son diversos y varían según sea el caso.
Sin embargo, hay algunos signos, que activan las alertas de los médicos de un posible caso de Atrofia Muscular Espinal.
Entre ellos se encuentra:
Si ves que tu bebé o niño, presenta un gran número de estos síntomas, no dudes en recurrir de forma inmediata al médico.
Una vez allí, el médico realizará una serie de pruebas para comprobar la presencia o no de la enfermedad.
A pesar de que son muchas, son necesarias para concretar el veredicto final, no te asuste y confía en tu médico.
Por los momentos la Atrofia Muscular Espinal, no tiene una cura que la elimine completamente.
Pero se ha innovado en el AME, con una serie de tratamientos para dar bienestar a todos los niños y adultos que la padecen.
El tratamiento farmacológico utilizado hoy en día, es el mismo instaurado desde el año 2016.
El fármaco se conoce como Nusinersen, su acción es aumentar la cantidad de proteínas, para que pueda compensar la falta de producción por parte del gen SMN1.
El fármaco por sí sólo, no puede realizar todo el trabajo, sino que necesita de la participación de otros tratamientos.
Los cuales pueden ser los siguientes:
Con tratamientos fisioterapéuticos la persona, puede mejorar notoriamente su capacidad de movilización y sensibilidad.
Especialmente, si hay un caso de escoliosis o de tensiones musculares.
Además, puede disminuir el debilitamiento muscular y puede llegar a recuperar progresivamente la capacidad de realizar algunas actividades.
Las investigaciones en el AME, continúan día a día, así que podemos esperar buenas noticias en cuanto a los tratamientos este nuevo año.
Finalmente, la recomendación general de todos los especialistas en este tipo de Atrofia, es que los cuidados deben ser realizados por un cuerpo médico completo.
Pero, necesita de la participación de la familia, pues el apoyo familiar siempre es un gran impulso para mejorar.