La enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (CMT) es un grupo de trastornos en los que se ven afectados los nervios periféricos motores y/o sensoriales, lo que resulta en debilidad muscular y atrofia, así como pérdida sensorial.
"Estas manifestaciones ocurren primero en las piernas distales y luego en las manos".
Las células nerviosas en individuos con este trastorno, no pueden enviar señales eléctricas correctamente debido a anormalidades en el axón nervioso o anormalidades en el aislamiento (mielina) alrededor del axón.
Las mutaciones genéticas específicas son responsables de la función anormal de los nervios periféricos. La enfermedad de CMT se puede heredar en un modo de herencia autosómico dominante, autosómico recesivo o ligado al cromosoma X.
A la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (CMT), también se le puede denominar:
Los síntomas generalmente comienzan gradualmente en la adolescencia, pero pueden comenzar antes o después.
En casi todos los casos, las fibras nerviosas más largas se ven afectadas primero. Con el tiempo, las personas afectadas pueden perder el uso normal de sus pies, manos, piernas y brazos.
Los síntomas comunes pueden incluir una disminución de la sensibilidad al calor, al tacto o al dolor, debilidad muscular en la mano, el pie o la parte inferior de la pierna, problemas con las habilidades motoras finas, marcha alta (caída del pie), pérdida de masa muscular en la parte inferior de la pierna, frecuente tropezar o caer, dedo en martillo, arco de pie alto y pies planos.
Los reflejos de estiramiento pueden perderse. La enfermedad es lentamente progresiva y variable y los afectados pueden permanecer activos durante años y vivir una vida normal.
La enfermedad de CMT puede heredarse de manera autosómica dominante, autosómica recesiva o dominante ligada al cromosoma X.
Las enfermedades genéticas están determinadas por la combinación de genes para un rasgo particular que se encuentra en los cromosomas recibidos del padre y la madre.
Los trastornos genéticos recesivos ocurren cuando un individuo hereda el mismo gen anormal para el mismo rasgo de cada padre.
Los trastornos genéticos dominantes ocurren cuando solo se necesita una única copia de un gen anormal para la aparición de la enfermedad.
El gen anormal puede heredarse de cualquiera de los padres o puede ser el resultado de una nueva mutación (cambio genético) en el individuo afectado.
Los trastornos genéticos dominantes ligados al cromosoma X son causados por un gen anormal en el cromosoma X.
Los síntomas de la neuropatía hereditaria por CMT generalmente comienzan gradualmente en algún momento de la adolescencia, la edad adulta temprana o la mediana edad.
La condición afecta a un número igual de hombres y mujeres. La neuropatía hereditaria CMT es el trastorno neurológico hereditario más común.
Dado que esta afección con frecuencia no se diagnostica, se diagnostica erróneamente o se diagnostica muy tarde en la vida.
En las neuropatías hereditarias sensoriales y autonómicas, las neuronas/axones sensoriales (y variablemente autónomas) se ven afectadas, con un ahorro relativo o completo de neuronas motoras/axones.
Las mutaciones dominantes y recesivas en genes expresados neuronalmente causan HSAN (Neuropatía Hereditaria Sensitivo autonómica) y trastornos relacionados. Estos son trastornos hereditarios dominantes o recesivos.
Las neuropatías motoras hereditarias se heredan de forma dominante o recesiva. En la mayoría de las formas, las fibras sensoriales se salvan, y algunos tipos están asociados con una mielopatía.
Los síntomas a menudo comienzan en la infancia, pero pueden comenzar a cualquier edad. La pérdida sensorial también puede ocurrir.
La recuperación parcial o total es común y los síntomas pueden reaparecer en la misma extremidad u otra opuesta.
Las características físicas que se han observado en algunas familias incluyen baja estatura y ojos cerrados.
Se asocia con una marcada acumulación de ácido fitánico en el plasma sanguíneo y los tejidos. El trastorno puede deberse a la ausencia de ácido fitánico hidroxilasa, una enzima necesaria para el metabolismo del ácido fitánico.
La mayoría de los casos son causados por una mutación en el gen TTR, que codifica la proteína sérica transtiretina.
Se caracteriza por neuropatías focales en sitios típicos de compresión (neuropatía peronea en la cabeza del peroné, neuropatía cubital en el codo, neuropatía mediana en la muñeca).
El diagnóstico de la neuropatía hereditaria por CMT puede ser un desafío, pues se basa en síntomas físicos, antecedentes familiares y pruebas clínicas.
Las pruebas clínicas incluyen la velocidad de conducción nerviosa (NCV) que mide la velocidad a la que viajan los impulsos a lo largo de los nervios y el electromiograma (EMG) que registra la actividad eléctrica de las células musculares.
El tratamiento de la neuropatía hereditaria por CMT es sintomático y de soporte y por el momento no hay una cura disponible, por lo que es importante minimizar o detener los síntomas.
Los tratamientos integrales incluyen fisioterapia, plantillas ortopédicas, aparatos ortopédicos y cirugía para corregir las deformidades.
Las terapias complementarias pueden ayudar psicológicamente, aliviar el dolor y la incomodidad y mejorar la calidad de vida en general.
El asesoramiento vocacional, anticipando la progresión del trastorno, puede ser útil para pacientes jóvenes.