En el momento que nos diagnostican una enfermedad crónica o degenerativa como puede ser la ceguera o la Esclerosis Múltiple, lo más normal es que nos hundamos. Este tipo de enfermedades suelen saltar de improvisto, a no ser que se deba una herencia genética que muchas veces puede aparecer durante los primeros meses de vida. Sin embargo, a pesar de lo que la gente nos quiere hacer creer, lo cierto es que es muy normal y está permitido caer en la desmotivación por una enfermedad crónica.
La depresión es algo que hay que evitar, sin duda, porque no nos favorece en absoluto. Por eso debemos intentar hacer frente a nuestro día a día. Es cierto que a nadie le gusta tener una enfermedad crónica, por eso desmotivarse es mucho más común de lo que parece.
La desmotivación con una enfermedad crónica, es muy normal y si no se trabaja adecuadamente y a tiempo, puede acabar derivando en una depresión severa para la persona en cuestión. Ponerle nombre y cara a la desmotivación es esencial para poder superarla y seguir viviendo con una buena calidad de vida. Como en Di-Capacitados sabemos lo que esto puede llegar a costarnos, queremos contarte algunos secretos para poder enfrentar este momento tan complicado de tu vida.
Sabemos que una de las peores cosas que se tiene que enfrentar cualquier persona a lo largo de su vida son las emociones. Estas, en la mayoría de los casos, nos desestabilizan y nos hacen perder nuestro norte, haciendo que pasemos de extremo a extremo emocional. Y esto, por supuesto nos complica la vida. Por eso, el primer paso para superar tu desmotivación tiene que ser: saber controlar y aceptar tus emociones. Cualquiera de ellas es válida, así que no tienes por qué culparte por sentirte triste, decaído o desmotivado. No tienes ninguna obligación de ser feliz porque sí, ya que esto es auto engañarte y no respetarte.
Pero sí es cierto que es necesario detectar las emociones, saber por qué nacen, cuándo y cómo poder hacerles frente. La asertividad es la clave en todo esto. Es decir: asumir de una forma lo más neutra posible nuestra emoción, conocerla, reconocerla y saber cómo superarla es muy importante. De este modo, te asegurarás de poder trabajarlas con calma, concediéndote el tiempo necesario para conocerla y superarla, pero también controlando el hecho de que no te saquen de tu centro ni desestructuren tu vida de un plumazo.
Esto, por supuesto es esencial para que puedas empezar a trabajar el estrés de tu día a día, ya que vivir con una enfermedad crónica va a hacer que entre un nuevo tipo de estrés en tu vida. Por eso, es importante que aprendas a controlar tus emociones para que estas no te afecten de forma negativa a tu enfermedad.
Una de las mayores tendencias de las personas a las que se les ha diagnosticado una enfermedad crónica, es aislarse del mundo para protegerse, por pena o porque simplemente están rabiosos por el resultado que han obtenido. Por supuesto, esta fase inicial es muy normal y común, pero lo cierto es que no puede durar para siempre. Nadie te va a culpar porque quieras refugiarte en ti mismo, pero esto no tiene que ser para siempre. El aislamiento lo único que va a hacer es ayudarte a generar más ansiedad y pena, con lo cual la desmotivación acabará convirtiéndose en una depresión.
Por eso, es importante que, cuando estés preparado –aunque sea a medias-, des el paso y te acerques lo máximo posible a tus seres queridos, tanto física como emocionalmente. La gente de tu alrededor quiere ayudarte y quiere formar parte de este nuevo proceso de tu vida y, créenos, quien no quiera formar parte de él es porque realmente no vale la pena. Si bien es cierto que la familia y los amigos son parte de la cura y la enfermedad, hablando con ellos y asumiendo entre todos que la enfermedad no te ha cambiado, que tu vida sigue y que quieres disfrutarla con ellos lo máximo posible, es lo que marcará la diferencia. Sí, tienes que hacer frente a una enfermedad crónica, pero eso no te convierte en una persona diferente a la que eres y eso es importante que TODOS lo asumáis.
Tu vida no va a ser tal cual era antes, ni tampoco como te la habías planteado. Pero aunque tengas que afrontar la desmotivación con una enfermedad crónica, tu vida va a seguir porque los días van a seguir pasando y las oportunidades también. Está claro que vas a tener que cambiar muchos hábitos, que vas a tener que volver a aprender ciertas cosas, que las cosas van a cambiar –mucho o poco-, pero tú decides si quieres estancarte en lo que pudo ser y no será o, si quieres seguir adelante y disfrutar de tu nueva vida.
Muchas personas consiguen convivir con la enfermedad más que padecerla, disfrutando la vida y de los pequeños momentos que hacen la vida más grande. Cualquier logro pequeño nos puede proporcionar felicidad y debemos aprovecharlo. Al fin y al cabo, como decía Hans Christian Andersen, "hay que disfrutar de la vida, luego ya tendremos mucho tiempo para estar muerto".
Por supuesto, tu nueva vida te va a llevar a reconsiderar tus prioridades y reflexionar sobre tus necesidades, valorando aspectos que hasta ahora te parecían irrelevantes. Esto nos da un nuevo enfoque de la vida y una oportunidad de reaprender a disfrutar de las pequeñas cosas que nos hacen la vida realmente feliz. Sé más consciente de lo que es realmente importante y de quién eres realmente y, de esta forma, podrá afrontar la desmotivación con una enfermedad crónica en tu vida.
Si tienes una enfermedad crónica o degenerativa no es tu culpa y mucho menos la de tus padres. Tú naces con una serie de genes y no lo puedes controlar. Nadie puede hacerlo. Sentirte culpable no va ayudarte en absolutamente nada más que a hundirte más en tus propias emociones negativas. Por supuesto, es normal que neguemos, así de primeras, que nuestra vida a dado un giro de 180º y que nos sintamos mal por ello. Esto puede ser por miedo, por rabia o, simplemente, por desconcierto pero nunca debe ser por culpa.
Por supuesto, es muy importante que a tus seres queridos, les dejes claro que no quieres despertar en ellos ni culpa –sobre todo en el caso de tus padres-, ni pena -en el caso de tus amigos-. Estas emociones no te van a beneficiar en nada y, verte reflejado en ellas, lo único que va a conseguir es que tú las asumas como propias y acabes sintiéndote culpable y te des pena por no poder vivir la vida que tenías pensada. Sin embargo, recuerda que nos han enseñado que la vida es bonita y plena cuando se cumplen unos estándares sociales como tener una casa, un buen empleo, una familia estructurada… pero esto no tiene por qué ser así. Así que, enfréntate a la desmotivación de cara, deja de culparte por algo que tú no puedes decidir porque tener una enfermedad crónica puede llegar tal y como llega una gripe.
Desde Di-Capacitados, queremos dejar claro que es esencial que cualquier enfermedad sea diagnosticada por un profesional. Montarte películas en la cabeza sobre si estás enfermo o no querer ir al médico por miedo no son una buena idea. Está claro que buscar información puede ayudarte a mejorar, pero no es buena idea si eso te va a desmotivar más. En el caso de que el diagnóstico médico sea positivo, vas a sentir angustia y miedo en un primer momento, pero es esencial que asumas y aceptes tu nueva vida para poder pasar a buscar soluciones en vez de pensar en lo que podría haber pasado si nunca hubieses sido diagnosticado de EM, por ejemplo.
Recuerda que una enfermedad puede ser congénita o bien adquirida. En el primer caso no la podemos evitar, está en nuestros genes y ya ha estado presente en nuestra vida desde el momento de nuestro nacimiento. Solo nos queda aceptar que eso es así, rebelarnos con cosas del tipo "¿por qué a mí?", "¡es injusto que esto me haya pasado!", solo nos causará más sufrimiento.
En el caso de que la enfermedad sea adquirida, es más complicado puesto que nos podemos sentir hasta cierto punto responsables de su aparición pensando que la podríamos haber prevenido de alguna forma. En cualquier caso, como el pasado no lo podemos cambiar, debemos lidiar con la realidad actual y no sentirnos desmotivados con remordimientos o hipotéticos "qué hubiera pasado si…"
No te estamos diciendo que tengas que ser súper feliz por tener una enfermedad crónica, lo que queremos decir es que, después de aceptar tu nueva condición, te enamores de la enfermedad porque es lo único que te va a hacer y ayudar a seguir adelante. Para poder entender mejor tu nueva situación, es muy importante que busques información, ya sea en Internet, en asociaciones, en grupos de apoyo… Sea donde sea. Obviamente, cuanto más conozcas, más vas a querer saber ya que de ello depende el hecho de que puedas aceptarla mejor o peor.
Apasionarte, querer conocer, descubrir y entender tu enfermedad te va a ayudar a enfrentar a la desmotivación y a hacer que sigas avanzando con una vida nueva, con unos objetivos nuevos y con una nueva filosofía de vida.
Recuerda que, a veces, necesitamos que un profesional nos ayude a poder hacer frente a todas estas cosas. Por eso, en Di-Capacitados ponemos a tu disposición un listado de profesionales, recomendados y valorados por personas con tu misma enfermedad. ¡Visítalo!
"La última discapacidad de la vida es una mala actitud"
Scott Hamilton