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Un miembro inerte o protésico es aquel que sustituye una extremidad que haya perdido una persona, bien sea porque nació con una malformación congénita o porque perdió la extremidad a causa de algún accidente traumático o enfermedad metabólica importante, (ateroesclerosis, diabetes), incluso existen tipos de cáncer, como el sarcoma de Kaposi, el cual en etapas avanzadas también puede ocasionar la pérdida de un miembro.

En algunos casos, las amputaciones son producto de malformaciones en el feto por diversas causas, convirtiéndose esta pérdida de la extremidad en una anomalía congénita.

La falta de una extremidad en el cuerpo humano, cuya causa haya sido objeto de alguna amputación, repercute directamente en el individuo y puede ser muy desconcertante para su vida, es por ello que, el papel que juega un equipo multidisciplinario de atención al paciente amputado (médico tratante, fisioterapeuta, psicólogo, entre otros), debe estar familiarizado con las diferentes facetas de los componentes protésicos y su provisión para enseñar el mejor uso. 

​Amputaciones de miembros

La amputación o supresión de un miembro, puede variar según el caso que se presente, en ocasiones, es necesario amputar el miembro entero y en otras solo una parte de este.

Es importante señalar que una amputación de miembros inferiores puede afectar todas las partes que conforman el miembro en sí, bien sea una zona de la pierna, cercana a la rodilla, el muslo, la pierna completa, el pie o un dedo del pie. En algunas ocasiones, la amputación puede llegar incluso hasta la cadera.

Cuando se trata de amputaciones de miembros superiores, esta puede afectar todo el brazo, incluso llegando hasta el hombro, el antebrazo, la mano o cualquier dedo de la mano.

Cuando esto ocurre, el avance tecnológico permite la utilización de numerosos dispositivos artificiales llamados prótesis, que se usan para reemplazar esa parte que requirió ser amputada.

La colocación de esta prótesis facilita a la persona la movilidad física, pudiendo efectuar sus rutinas diarias, bien sea caminar, alimentarse, bañarse y vestirse, sin necesidad de tener que depender de un tercero. 

"Las prótesis promueven un gran entusiasmo y motivación a los usuarios, ya que, a través de ellas, pueden ejecutar muchas actividades, tales como: participar en maratones, practicar el paracaidismo y realizar deportes paralímpicos en algunos casos".

  Esto significa que los pacientes se acostumbran tanto a la prótesis, que llegan a desarrollar una vida normal, estando estadísticamente comprobado que esto le genera grandes beneficios a nivel psíquico.

Amputación vs Enfermedad

Esta situación ocurre mucho en casos de probables septicemias en pacientes hospitalizados. Sus resultados pueden repercutir de manera positiva o negativa, en la vida de la persona afectada. Ya que, la extirpación de un miembro en muchas ocasiones no suele ser curativa, pero permite la sobrevivencia del paciente.

Este tipo de amputaciones también pueden realizarse independientemente de la edad, cuando existen patologías traumáticas o tumorales de los miembros, y no hay límites establecidos para realizar una amputación cuando la vida de un paciente está en juego, porque independientemente del resultado final, mejorarás la tasa de sobrevida de la persona, al término de la observación o conclusión de la enfermedad.

La diabetes mellitus y las enfermedades vasculares periféricas, aunadas a los tumores malignos, son las causas de estas amputaciones que se producen a cualquier edad. En los adolescentes, la primera causa de amputación es por tumores, y en los pacientes a partir de los 60 años, la principal causa probable es por diabetes y enfermedades vasculares.

Otras supresiones traumáticas son las que ocurren por accidentes de tráfico o laborales, generalmente en personas jóvenes y adultos de mediana edad.

Posterior a estas amputaciones, el proceso de recuperación es un tanto complicado, en principio, la persona debe asumir su nueva condición física, prepararse para iniciar una nueva etapa que implica un gran esfuerzo, donde estarán involucrados no solamente el paciente, sino también la familia, el personal hospitalario, los servicios comunitarios y protésicos, así como los servicios sociales.

A través del cumplimiento del proceso, lo que se busca es la reeducación del paciente, para que de forma sistemática éste acepte la aplicación del nuevo miembro que permita su adaptación lo más rápidamente posible

​Tipos de prótesis

Dependiendo de la lesión que se trate, el paciente deberá buscar la prótesis que mejor se adapte a sus necesidades, ya que la pérdida del miembro puede ser total o parcial.

Entre las prótesis más demandadas están

Sistemas de encaje:

Es el que se utiliza en todas las prótesis ortopédicas para que el paciente pueda adaptarse rápidamente a su nuevo miembro protésico.

El sistema de encaje es muy utilizado en los miembros protésicos de pies o rodillas por tener relación con el muñón, lo que genera al paciente mayor movilidad y desplazamiento. 

Articulaciones de cadera:

  En el caso de una hemipelvectomia, considerada una desarticulación total de la cadera, es necesario la colocación de un miembro protésico, que permita al paciente dar mejores pasos y posturas en su movilidad normal.

Rodillas protésicas:

 Se usa en pacientes amputados en las extremidades inferiores, las rodillas protésicas ayudan a la marcha del individuo.

También están las rodillas ortopédicas para personas que realicen actividades de mayor impacto, permitiéndoles una mayor seguridad en el desplazamiento. 

Pies protésicos:

Son de modelos múltiples, ya que las personas de la tercera edad cuentan con un modelo ligero, con talones ajustables de acuerdo al peso que puedan soportar, ya que la fuerza que aporta cada uno al individuo, es distinto.  

Prótesis para realizar deportes:

Muchos pacientes amputados que deseen realizar alguna actividad deportiva, cuentan con una prótesis especializada, sobre todo, para los que deseen participar en los juegos paralímpicos. Una de las más demandas es la usada para hacer atletismo.

Factores para el uso de prótesis 

 Estos factores van a obedecer a la condición anatómica de cada usuario y de los materiales seleccionados para la elaboración de la prótesis, de allí va a depender la colocación, el ajuste y el confort de ésta. Otros factores son la edad del paciente, sus ganas de seguir adelante y su salud mental.

Se recomienda al usuario, para la obtención de mayor éxito ante su nueva vida física, hacerse acompañar por un equipo médico, que esté conformado preferiblemente por un doctor especialista, un protésico, un fisioterapeuta y un especialista en rehabilitación.

Esto le proporcionará al paciente una inmediata recuperación al ser su tratamiento adecuado y funcional.

Algunas de las Instituciones conocidas para el tratamiento protésico que puedes consultar son:

  • Escuela Universitaria de Ciencias de Salud. Universidad de Granada.
  • La Escuela Universitaria de Ciencia de Salud de la Universidad de Cádiz, en el área de fisioterapia.

Colocación de la prótesis en una extremidad

 Una colocación de prótesis en el organismo está representada por un miembro artificial, cuya finalidad es que el paciente pueda recuperar su imagen física y su caminar sin ayuda de terceros.

En la colocación de la prótesis, es muy importante la presencia del cirujano ortopédico vascular, el protésico, el fisioterapeuta y el psicólogo. Lo que se busca con este proceso, es lograr un óptimo resultado siempre a beneficio del usuario, y que éste pueda desempeñarse normalmente.

Al respecto, han surgido diversas opiniones referentes a algunos resultados que se han dado, siguiendo el desarrollo tecnológico de las prótesis, ante la creciente demanda de servicios, debido a los elevados recursos que se requieren para la colocación de estos miembros artificiales. Siempre con la intención de optimizar los procedimientos.

Sin embargo, las instituciones públicas europeas están avocadas a que el servicio cada día sea mejor, donde se han evaluado un número de pacientes amputados y se ha podido conocer que existe diversidad de prótesis según los niveles de amputaciones en extremidades superiores e inferiores.

"Estas diferencias estriban en la edad del paciente, su constitución física y su salud mental".

Esta trilogía constituye una personalidad autónoma y única que va incidir en la recuperación del paciente.